Minuto

La devaluación del grito

By septiembre 17, 2021No Comments

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Por CHAVA PORTILLO

Soy de los nostálgicos que piensan que tiempos pasados fueron mejores aun con todo y la maldita pandemia que vino a acabar con situaciones bellas como las fiestas tradicionales pastorelas, villancicos, reventones, las idas al estadio, bailongos y todas las que por convocatoria reunía a más de tres personas que ahora temerosos, tanto invitados como organizador se eximen continuar con la pachanga.

Bueno, ya ni los entierros son como antes, te avisan que el cristiano ya palmó y un par de días después te invitan a una insípida misa para lloriquearlo sin tan siquiera destapar el féretro.

Las fiestas patrias ya no son como eran antes, poco vino, menos cuetes, ya no hay fiesta y el desfile es una convocatoria rapidita que ahora presencian en un templete fuera de palacio nacional que serviría como pasarela con invitados incomodos que aún no encuentro razón de haberlos convocado.

Pero desde el quince de septiembre cuando solía haber un grito con harto colorido, mucha bengala, mucho brindis con alfombra roja para destapar a los que sueñan ser, la crítica del vestido infame de la anfitriona, o la sospechosa asistencia de algún “ipeco colado” indeseable, además que es de las pocas ocasiones que el ojo del profano pobre tiene oportunidad de ver cómo es la vida y los excesos del palacio real; ahora es un mitote cursi, desabrido y sin la gente de Juan pueblo en el zócalo que siente que es su fiesta y que realmente la disfruta.

En el contenido del grito nostálgico ahora es de chile, dulce y de guayaba.   Antes hasta se programaban para que todos disfrutaran los eventos por la tele.   Aquí el bronco Heliodoro el de la despedida lo hizo protocolario y pregrabado, Samuel el electo, a control remoto desde Texas y los demás fueron un agasajo, el presidente López vitoreó a todo lo posible que no venían ni al caso como las culturas pre hispánicas, a la honestidad y el amor al prójimo, nada que ver.

Otros más ortodoxos como Isabel Arvide cónsul en Turquía desbordada en abyección: “viva López Obrador” levantando monumental rechifla con un NOOOO! magistral, en Jalisco un Enrique Alfaro breve, conciso y rapidín que en siete minutos despachó el encargo y si de abyectos quiere saber, la polémica Layda Sansores recién agraciada por el cocodrilo presidente se atrevió a “barbear” viva la 4T hágame el favor.

La que no tuvo conciencia ni vergüenza fue la señora Clara Brugada presidenta municipal de Iztapalapa arengó vivas a la 4ª. Transformación como si hubiera algo que agradecer, al presidente López y a la niña de sus ojos, viva Claudia Sheinbaum, por aquello de que se haga, ¿o qué no?  

Los demás hicieron la tarea y no se salieron del librito de los “viva” aunque demasiado agradecidos incluyendo a todos los que se acordaron cuando realmente son muy conocidos los que alcanzan esa prefectura.

El desfile repito, desangelado, insípido e incoloro a marchas forzadas como si López Gatell hubiera dado instrucciones que en cualquier momento se aparecía el covid a echar a perder el jolgorio y la inexplicable presencia del presidente cubano Miguel Díaz-Canel luego de haber puesto a su país en el descrédito por la represión, la falta de libertad, agresión y falta de garantías en la isla contrastando con los motivos de ¡Libertad! En la celebración de la independencia de México.

Si usted tiene alguna explicación, cuando estamos tratando de limar asperezas con los vecinos del norte, dígamela, porque yo no sé para que nos metíamos en un entierro que ni  vela teníamos.                 minutochavaportillo@gmail.com