Como héroe y Taco-H que soy y con eso
de que los ciudadanos que andan a pie sufren para llegar al Pabellón Ciudadano
ya que tiene que estar toreando los carros, caminar por banquetas llenas de
basura y plantas que apenas deja espacio y en muchas de las ocasiones tiene que
bajar a la calle y en los camellones se topan con piedras que más que adornar
entorpecen el andar de los ciudadanos.
Por lo que me fui de inmediato a
visitar al gober Samuel García pos pa’ofrecerle una solución a estos
inconvenientes que sufren los ciudadanos los más amolados, para lo cual muy
atentamente me mando decir que me recibiría, pero tan solo unos minutos porque
tenía mucha chamba empacando porque él ya se va.
Al entrar a su oficina de inmediato le
dije que nos dejáramos de saludos pa’poder aprovechar los minutos que tan buena
onda me concedió y empecé a explicarle mi proyecto.
Punto No. 1
En el problema de estar toreando a los
vehículos que pasan por Arambarri, F.U. Gómez y Washington, ahí lo ideal es
poner unos puentes peatonales, pero como la gente es muy dada a no usarlos ahí
lo más conveniente es poner en la parte de arriba como un mercadito tipo como
los que se ponen en las colonias en donde vendan desde ropa, tenis, accesorios,
hasta papitas con chile, elotes, churros rellenos, comida, churros de mota,
caguamas y veras que toda la gente va a preferir irse por el puente que por la
calle.
Punto No. 2
En el asunto del camellón que tiene
piedras decorándolo que más bien lo único que hacen es dificultar el andar de
los ciudadanos, pues ahí como ya vamos a poner los puentes, pos estos de plano
los clausuramos poniéndoles una barda y así también obligamos al ciudadano a
que use el puente peatonal.
Punto No. 3
En el problema de las banquetas
trasplantaríamos todas las plantas a los camellones y además también pondríamos
unas plantas de amapola y pondríamos una malla con muchas bolsas de hule pa’que
la gente mientras vaya caminando pues que recoja la basura y la ponga en las
bolsas, así matamos un pájaro de dos tiros la gente se educa en que no hay que
tirar la basura en la calle y mantendríamos limpias las banquetas.
Estaba yo tan emocionado dándole mis
maravillosas ideas y de repente me dice sin más ni más, no se puede y que como
se me ocurría querer poner mercaditos en los puentes peatonales, es hacer que
la ciudad se vea fea y que además se deben de evitar las aglomeraciones, que
porque el Covid aún sigue poniendo gorro, a lo que yo le dije que si le mortificaba
tanto que porque permite que se hagan conciertos, y pa’que dice que ya no
usemos el tapabocas en ningún lado, y que cree querido lector pues que se pone fúrico
y me sacó de su oficina a empujones, y me dijo que él había dicho que el que
quisiera ya no usara tapabocas, y que ya no le quitara el tiempo con mis
tonterías, y que ya no quería volver a verme, que ya no quería ser su amigo.
Por lo que mejor decidí irme pa’mi cantón
porque de plano me deprimí porque ahora que les voy a decir a los tacoaches que
les ofrecí que fueran a vender al mercadito del Puente Pabellón hasta nombre ya
le tenía, así que ahí nos vemos hasta la próxima.