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CHAVA PORTILLO
Sigo considerando que el bisoño gobernador de Nuevo León es un chavo bien intencionado y que sus aceleres y desatinos son producto de su inexperiencia, amén de la ausencia de contar con un equipo de asesores picudos que le ayuden a estirar la carreta diciéndole cuando sí, cuándo no y el porqué para que meta reversa, pero por desgracia no hay talento mucho menos cerebros privilegiados que saquen el gato del agua, cayendo en el costumbrismo del “yes bwana”, por miedo a exhibir su ignorancia y torpeza o más aún, perder la ubre retesa que los mantiene en nómina.
Un ejemplo radical es Félix Arratia que sin merecimiento alguno lo nombró secretario del medio ambiente en lugar de Alfonso Martínez Muñoz que sabía mucho de la materia y desde que llegó al puesto han sido problemas muchos en los que ha metido a Samuelito el de nosotros.
El otro garbanzo de a libra es su amigo del alma -también- Juan Ignacio Barragán director de Agua y Drenaje que reiterativo con el estilo de los panistas acedos -aunque no lo sea- como lo refería ayer en este espacio, el año pasado ante las presiones envalentonado espetó: “No vivo de mi sueldo, estoy aquí por el amor a Nuevo León” ¿Porqué serán los ricos tan mamones? Si realmente es tan grande su chequera y el poder económico que posee, váyanse a un club de jardinería o a jugar golf al Campestre como el Secretario General de Gobierno para no molestarlos y que nos hagan el favor.
Pero ese será tema para otras barbacoas. El problema es que Nachito Barragán, el que nos hace el favor de ser director de AyD, enreda al gobernador haciéndole que diga muchas tonterías, como el de: “ya está lista la cortina de la presa Libertad, ahora sí, ya la hicimos” “El acueducto Cuchillo ll falta pulirlo y se acabó la crisis” cuando el más tonto de los ingenieros sabe y lo grita a los cuatro vientos, que NO es así.
Existe una frase ingeniosa desde la época del Ing. Federico Gutiérrez en el gobierno de Jorge A. Treviño, que decía “dios da el agua, pero no la entuba”. El director de agua y drenaje se empeña en decirle medias verdades al ejecutivo dándole un mejoral para el cáncer terminal del paciente. La única realidad, cruel, pero realidad, es que no hay agua y eso es porque la naturaleza, Jehová, diosito, la virgen de la Macarena, el indio Ramón o el mismísimo Job no han dado el visto bueno, así enterremos un cuchillo en la tierra o traigamos un avión Queen Air “caza tormentas” para bombardear nubes y provocar un huracán.
No tiene ningún sentido que los corifeos de Samuel le sigan metiendo tonterías en la cabeza para que nos engañe porque al final de todo, el que va a pagar los platos rotos será el ejecutivo y nada más, ahí tienen ustedes las estupideces de Arratia que “autorizó” el desmonte del río Santa Catarina y ahorita anda Sami con la cola entre las patas y cualquier cosa que haga, se verá mal, todo por culpa de su secretario en el que encontró un tonto con iniciativa y el gobernador, ni cuenta se ha dado. minutochavaportillo@gmail.com
