Minuto
CHAVA PORTILLO
El primo de un amigo le tocó vivir un episodio que al comentarlo puede calificarse de terrorífico al darse cuenta que las leyes y el mundo que las rodea están construidas con adobe y con saliva como solían edificarse las viviendas de hace siglos.
Domingo por la tarde circulando sur-norte por una atrofiada carretera nacional por el carril de baja es impactado su vehículo por un joven de veinte años tripulando una motocicleta Suzuki de reciente modelo promedio a 150 kilómetros por hora, que, si en un auto mediano es una temeridad, en un vehículo de dos ruedas es una invitación a la muerte además de una pendejada. Se estrella en la parte trasera del auto, sale volando unos treinta metros y el frágil vehículo a doscientos despedazado.
El mozalbete sufría fractura expuesta de la pierna izquierda que hasta el momento después del accidente estaba en riesgo de amputársele cuando fue ingresado de urgencia en un hospital y el primo de mi amigo fue detenido por los agentes de tránsito sin tener responsabilidad en una fría celda con todo y que el auto contaba con el debido seguro, además tarjeta de circulación, licencia y demás engorrosos papeles obligados.
Unas instalaciones pulcras y un personal adoctrinado en el área de detención que es ahí donde inicia lo macabro. Se encontró a un pobre vejete de poco más de setenta años que el viernes por la tarde tripulado un triciclo en compañía de se esposa es arrollado por un tráiler que es abandonado por un chafirete causando la muerte de la mujer y contusiones del anciano. Igual, el hombre en desgracia fue encarcelado “para investigación” y el pillo asesino ni sus luces.
Hasta el lunes por la mañana el agente de Ministerio Público adscrito lo cita en el edificio de Gonzalitos y Ruiz Cortines al que fue trasladado ESPOSADO por así marcar el reglamento cuando el pobre cristiano no podía sostenerse. Horas después fue liberado con tres días sin probar alimento.
Aclaración al margen. Existe una rígida interpretación a la prohibición de que los detenidos ingresen con todo tipo de objetos como dinero, objetos religiosos, obvios celulares, billeteras, relojes y ahí es donde cabe la aclaración. Una cosa es que el detenido sea un delincuente a investigación, confeso, reincidente o peligroso y otra muy diferente es un individuo que por accidente este retenido y ser tratado como vulgar maleante.
El cupo es de cincuenta detenidos aproximadamente y se cuenta con solo UN RETRETE sin privacidad, no existe un lavabo, espejo para lo más elemental de asearse la boca o limpiarse las manos. No hay papel higiénico y aunque el trato es cordial y hasta cierto punto educado, pienso que debería haber unos teléfonos dentro de las celdas para llamadas de emergencia.
Pienso que lo legisladores deberían poner énfasis en modernizar los reglamentos que datan de hace mas de veinte años, básicamente en que debería haber una separación de celdas para delincuentes con pobres conductores que por un simple accidente de tránsito habiendo lesiones tienen que revolverse con asesinos o maleantes en una misma celda. Respecto a lo Ministerios Públicos una actualizada en técnicas y reglamentos no les caería mal porque para que contesten en el CODE y entablar comunicación con ellos…suena a milagro, siempre y cuando sea entre semanas. ¡Porque el domingo…! ni madres!
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