Minuto
CHAVA PORTILLO
Ayer la clínica 25 del IMSS sumó una desgracia más en el rosario trágico que han generado los elevadores que funcionan en todo el sistema de salud del estado. Recordarán la adolecente Aitiana murió tragicamente cuando un armatoste quedó atorado en el hospital de Quintana Roo quedando al descubierto el pésimo estado y nulo mantenimiento de los elevadores en las clínicas y hospitales del Seguro Social.
No con mucho esfuerzo descubrieron la cobija percudida de la corrupción donde ¡oh, sorpresa! la empresa que ha vendido y cuenta con el contrato de mantenimiento de todos los elevadores de los edificios donde se encuentran los hospitales del Seguro pertenecen a una empresa que por casualidad mantiene una estrecha amistad con Zoé Robledo el Director General del Instituto.
Esto podría etiquetarse como doble pecado porque no contento que sea el proveedor favorito que gana las licitaciones sin concurso, unos medios locales señalan que el santo señor Robledo pretenso gobernador de Chiapas pertenece a la selecta pandilla que encabeza el güero mampo como es conocido por su homosexualidad manifiesta con todo y que se empeñó en “maquillar” burdamente al contraer nupcias con la artistita de televisa Anahí incluida una cría que nadie se tragó el engaño.
Manuel Velasco el tristemente güero mampo -maricón- trabaja como miembro del partido Verde Ecologista, es candidato presidencial de relleno por ordenes supremas del cocodrilo López, ahora es quién se encarga de coordinar los esfuerzos para que Zoé Robledo llegue a la silla gubernamental sano y salvo echando mano de toda la maquinaria y presupuesto oficial pagando el favor de haberle dado el avío a la empresa que pertenece a Juan Antonio Soto que no cuenta con experiencia en el ramo de los elevadores, pero haciendo una real alianza el güero, Soto y el director Robledo han amasado una fortuna cuantiosa y que están puestos para llevar a Zoé a la gubernatura chiapaneca.
Sigo manteniendo mi juicio, que los de morena no llegaron a enseñarnos lo que era robar y hacer contubernios chafaldranos, lo que vinieron a mostrar es el cinismo con la que se hacen las cosas, como en la SEDENA, siempre han existido soldados honestos y decentes, pero también canallas que se visten de verde olivo, solo que los de ahora son más puercos para vaciar las arcas que no le rinden cuentas a nadie.
Los elevadores del IMSS son un bastón de muestra para enseñarnos que el Instituto tiene mucho tiempo de ser de los peores organismos después, obvio, de PEMEX y la CFE, pero se esfuerzan todos los días en ganar los primeros lugares. Imaginen ustedes si en lo elemental de lo que se ve, qué no harán en lo que debería creerse en que existe la honestidad como los medicamentos contra los niños con cáncer, ¿o creen que ya se nos había olvidado?
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