Minuto
CHAVA PORTILLO
El secretario general de gobierno del estado de Nuevo León Javier Navarro se presentó ante la oficialía de partes del H. Congreso del Estado para entregar el documento impreso que contiene el Informe de Gobierno obligatorio del gobernador Samuel García ante la ciudadanía vía sus representantes como son los diputados locales.
De motu proprio o bajo instrucciones de su patrón, el infumable secretario después de recibir acuse de recibo del importante título esbozó el exabrupto de que había sido un verdadero circo la simulación por parte de los Legisladores al convocar a Sesión Solemne para escuchar la lectura de lo que hizo y dejó de hacer el gobernador constitucional en el segundo Informe a sabiendas que existía la posibilidad de que Sami no asistiera.
Adicionó Navarro, que haber invitado a personajes al importante evento se considera una burla ya que el gobernador había iniciado una gira en Japón y se privarían de su asistencia utilizando una cartulina con la efigie del mandatario, a lo que queremos hacer la siguiente aclaración pertinente obligada, como periodista y como ciudadano: Mire señor Navarro Velasco, las obligaciones del ejecutivo del estado, entre muchas otras, es presentarse a informar sus actividades, sobre todo, el debe, haber y saldo en las finanzas de una tesorería que el pueblo le confió.
De ninguna manera es para cuando tenga tiempo y su agenda lo permita. Sí, la ley dicta que será el quince de Octubre la fecha límite para que se realice la entrega del documento, que en situaciones ordinarias, se les hace llegar a los legisladores el documento con antelación para que los diputados lean, analicen, aprueben o no, y que cuando se presente el ejecutivo ante el Pleno, podrán liberar todas la dudas y decirle al ciudadano que su empleado ha realizado un trabajo honesto y albo para que esté tranquilo y satisfecho de que se maneja bien su patrimonio.
La entrega en oficialía de partes del documento escrito es formalidad y cortesía, la presencia en la Sesión Solemne es cuestión de educación y OBLIGACIÓN, que entiendo usted quizá lo desconozca porque no ha sido diputado, pero Samuel sí, aunque apegados a la naturalidad, no es necesario haber parido un chamaco para hablar en que consiste ese maravilloso y ejemplar momento.
Pero entiendo, su vocación es dispar para lo que usted debería hacer cotidianamente como jefe político del gabinete, pero cuenta usted con tres subsecretarios que tienen la necesidad y obligación de asesorarlo, para que a su vez, le diga al novel gobernador que sueña ser presidente, que debería guardar un mínimo respeto y obediencia al poder legislativo, porque ya se imaginará usted, si como autoridad estatal se pasa por el arco del triunfo la decisión y la prosopopeya de los diputados locales, ¿de qué sería capaz si se encumbrara en la silla de su inmaculado sensei?
No secretario, el circo, incoherencias y las balandronadas son de parte de la autoridad estatal, no de los legisladores; ellos están exigiendo cumpla con un deber constitucional, no que vaya de visita cuando le sobre tiempo, aunque sea inexistente la simpatía y coherencia entre los dos poderes y bien por la opinión de Benjamín Clariond que ya fue gobernador: “Samuel, se va a arrepentir” minutochavaportillo@gmail.com
