Minuto
Por CHAVA PORTILLO
En estos días llegan las posadas, se activa el espíritu navideño y aún con todo y que el apocalíptico germen nos trae con el Jesús en la boca, se afinan las gargantas para entonar los villancicos, andar en la pastorela, darle recio y tupido al ponche, romper la piñata y engordar unos cuantos kilos más, al cabo como dijo el adiposo chamaco pidiendo unos tacos de buche y nenepíl, de algo nos tenemos que morir.
Llega también la época de las ilusiones, los deseos y los sueños en una carta a Santa Claus que nunca leerá pero que nos hace dormir ilusionados con el calcetín colgado de la chimenea. También aparecen los maloras que como Merlín, gustan de vender ilusiones, sobre todo a los que piensan que la luna es de queso y venden promocionado encuestas que no se las cree ni Jesucristo crucificado.
Hace un par de días en el portal Los Tubos, uno de los más visitados por el nivel de los suscritos y aderezados por plumas con prosapia rete-llenas de relleno filosófico, un canalla asegura que unas encuestas hacen favorito a Adriancito de la Garza pequeño alcalde de Monterrey que ilusiona con competir por la gubernatura de Nuevo León cuando no ha sido capaz de cumplir con la tarea de mantener la ciudad que administra al menos con decencia ya no digamos con excelsitud.
Entiendo que muchas ocasiones nos hace hablar el afecto y los buenos deseos para que nuestro amigo sienta que tiene alguien quien le profese cariño y potestad, pero también los que sentimos aprecio y deseamos la buena ventura tenemos la obligación de aconsejar al amigo que ponga los pies en la tierra y que no todos los días son viernes, como la re-elección que ganó Adriancito en la mesa de las discusiones y descalificaciones dejando fuera a Felipe de Jesús Cantú del PAN que no supo defender lo que había ganado en las urnas y perro que no defiende su hueso, ni a perro llega.
Las encuestas son fotografías del momento y no me va usted a decir que después de que Alejandro Moreno y Heriberto Treviño amos y dueños del PRI que envolviéndose en la bandera de la insípida democracia dejaron muy en claro que cualquiera de los cuatro que les izaron el brazo podrían sentirse arropados por dios nuestro señor con la estrellita en la frente.
No me dirá que Cristina Díaz, Ildefonso Guajardo y César Garza tienen más perfil, merecimiento y equipaje que este muchacho que a sus cincuenta años todavía dedica más tiempo en el gimnasio desarrollando los bíceps y ni por equivocación se da una vuelta por una biblioteca para desarrollar el intelecto o enterarse de las soluciones a los problemas que debería enfrentar.
Adriancito el pequeño alcalde de Monterrey seguirá siendo el modesto abre puertas de Luis Carlos Treviño Berchelman, protegido de Rodrigo Medina y hermanito de Filiberto de la Garza que como abogado aprovechó lo que pequeñín no hizo ni el intento.
Por eso, son buenas intenciones de edulcorar la existencia de un jovencito que está tan verde como repetimos en la persona de Luis Donaldo Colosio que soñar que pueden con el paquete de la gubernatura, es una broma de mal gusto y está bien que es navidad, pero no abusen.
minutochavaportillo@gmail.com