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El misterio del cocodrilo

By febrero 11, 2021abril 1st, 2021No Comments

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Por CHAVA PORTILLO

Todavía no logro entender la misteriosa ausencia del presidente López por el supuesto malestar que causa el maldito covid 19 sobre todo en un personaje que paga porque lo alquilen y que sin criticarlo es un político tan egocéntrico que es capaz de sufrir hasta lo indecible con tal de tener los reflectores y el escenario a su merced desde hace muchas lunas con su perorata diaria que tanto disfruta y nosotros padecemos.

Mucho sorprende que el cocodrilo nos haya cambiado el estilo de pitchear porque cuando esperábamos una recta afuera, nos lanza una curva adentro.  Dicho de otra forma, cuando lo vemos hasta en la sopa diariamente por tres largas horas, se encierra y guarda silencio sepulcral que nos hace especular y crear historias de terror con relación a su estado de salud que van desde una cruda mal curada o un resfrío por andar sin chanclas hasta la gravedad que causa el aterrador virus que no respeta condición humana, nivel económico ni estampitas de San Martín caballero bendecidas por María Auxiliadora.

Primero hay que recordar que muchos no le prestan importancia a la salud de Andrés Manuel López Obrador y manifiestan sus malos augurios, pero, el estado famélico del presidente de la república es otro corrido.      Esperábamos que su productor televisivo de cabecera Epigmenio Ibarra al que tanto cariño profesa y admiración presume se aventara un soporífero “infomercial” postrado en cama, con pijama y sus pantuflas del demonio de Tanzmania, gorrito de pon-pon y cascabel buscando conmiseración para que rezáramos un par de jaculatorias pro la salud de nuestro gran tlatoani.

La ocultación de la información, las medias verdades y carambolas de tres bandas siguen siendo las características de este gobierno y ¿saben qué? Estoy empezando a convencerme que tiene la razón porque el rating del cocodrilo se sigue manteniendo sin variación a la baja y eso es de reconocer, porque resulta que está acertada su estrategia de comunicación en la que para nada interviene Jesús Ramírez.

No sé a usted qué le parezca, pero el cocodrilo es muy hábil y todo este entramado de un guion elaborado se debió a que el tema principal de las vacunas sigue sin tener una solución digna mientras más mexicanos mueren lastimosamente, por el sencillo factor que aquí denunciamos sin el afán de descubrir el hilo negro: NO HAY VACUNAS y qué mejor que inventar la supuesta enfermedad para que el mexicano de a pie, diga con orgullo: tengo un  presidente harto trabajador que diosito lo tiene que cuidar y así desaparecer en las mañaneras, donde aparecerá con otras balas para la pistola como la de que anda buscando que los empresarios compren el avión presidencial que no pudo rifar ni vender.

Los empresarios dirán lo que ya le dijeron: NO…tenemos otros datos, dándole una sopa de su propio chocolate.

En resumen, sigo sin creer en la enfermedad, sigo sin aceptar su fingido restablecimiento, porque ningún presidente de un país así sea México, va a dejar que se contagie por una estúpida necedad de no ponerse el cubre bocas y digan que se lo dijo un loco.

minutochavaportillo@gmail.com