Minuto
Por CHAVA PORTILLO
En días pasados en auténtico aquelarre que muchos lo relacionan el término como un exceso en opíparas viandas y exquisitos tintos, pero no, en un festín donde fue recibido el presidente argentino Alberto Fernández tanto él como López compitieron en inusual justa de quién edulcoraba más a su ya de por si empalagoso invitado.
No creo haya quedado algo en el tintero para agregar a la mermelada de elogios que tanto el cocodrilo mayor como su distinguido visitante vertían uno al otro en una escena que daba pena ajena ya que toda la audiencia seguía sin dar crédito a la danza de apapachos que sin cansancio se daban entre si.
Eran dos tortolitos que si no estuviéramos seguros de la personalidad y bien definida preferencia sexual podríamos elucubrar mal iniciando un chisme que nadie lograría atajar por lo incontinencia de la miel derramada. Si no tuvo la suerte de seguir esta ramplona y exagerada mañanera, se lo recomendamos siempre no padezca usted de diabetes por el riesgo de sufrir una trombosis.
Antes del atracón de buenos juicios entre ambos quiero dejar muy en claro algo que para muchos pasó desapercibido, fue la presencia de ocho camionetas suburban blindadas obvio negras, grado V, aquellas que tanto criticó López que usufructuaba el avasallador Estado Mayor Presidencial que supuestamente había desparecido y que le fue ofrecido al visitante gaucho para su seguridad y apantalla-pendejos donde se presentó y que comentario al margen fue traído a esta tierra en un lujoso jet bombardier propiedad de Leo Messi estrella del Barcelona y que es de nacionalidad argentina. Bueno, nadie es perfecto dicen.
El presidente López tenía razón de estar de plácemes puesto de además de dar y recibir todo género de buenos augurios por parte del argentino, había recibido la buena nueva que sus comparsas, perdón sus diputados habían cumplido al piede la letra su irrestricta orden de NO cambiarle ni una coma a la Reforma Energética y sólo fue motivo de separar en lo particular cientos de connotaciones que discutirían en el pleno por fallas elementales de sintaxis, semántica y ortografía, aunque usted, no lo crea.
Las obvias respuestas de los grupúsculos alebrestados solo sirven para aderezar el pérfido guiso de los morenos vende-patrias cínicos que argumentan que con la reforma energética se recupera la soberanía que la patria había perdido por vampiros chupasangre como Iberdrola y cómplices que han saqueado a la nación desde siempre y que ahora serán otros parásitos, pero dentro de las siglas CFE hasta que la muerte nos separe.
Estamos haciendo historia dicen los muy canallas, yo creo que sí, ya son parte de la historia sin duda, aunque sea para mal. minutochavaportillo@gmail.com