Minuto
Por CHAVA PORTILLO
Si partimos de la base que el cocodrilo mayor arribó a la silla principal en una demostración indudable de que el pueblo bueno y sabio se volcara en las urnas para hacer sentir lo que significa el término “democracia”, difícil entender ahora que despacha como monarca absoluto quiere desaparecer de un plumazo y hacer lo que se le pegue en gana olvidando las raíces latinas de donde proviene de demos pueblo, cratos poder.
Cada paso que da y momento que respira hace sentir a sus súbditos que no hay más jabón de olor que el suyo y el ser humano que tuviera la osadía en poner en duda su sentencia, automáticamente se transforma en enemigo del sistema y pasa de inmediato a engrosar el índice de los neoliberales, conservadores, fifíes, chairos aborrecidos sécula seculurum por la corte celestial.
Es indescriptible la forma en que el dócil cordero que quita los pecados del mundo en sus mañaneras, se transpola en una demencial gárgola imposible de controlar. Nadie, por no asegurar que muchos, jamás imaginaron que el presidente López sería capaz de transformarse en una criatura tan predecible que no encuentra freno ni castigo, no existe cerco ni muralla que le impida brincar para entrometerse en vidas y haciendas, públicas o privadas.
Así sea el poder judicial o electoral, sin mencionar el legislativo porque ya forma parte de sus poderosos tentáculos que está al alcance de su poder y misericordia, con un cinismo evidente y ausencia total de escrúpulos, toma decisiones dentro y fuera de los partidos y lo que no se doblega ante su visceral tridente, pagará cara las consecuencias.
Otra de las demostraciones obvias de su poder inmarcesible es que la Carta Magna que debería en principio regir las manifestaciones políticas, no existiendo nada ni nadie por encima de ella, se la pasa por el forro del arco del triunfo, como las amenazas frecuentes que hace a la población diciendo que si no se ponen de acuerdo en el pleno de las Cámaras Alta o Baja, reforma la Constitución y la modifica a su capricho.
La reforma eléctrica o el inciso del que se está valiendo para prolongar el mandato del Magistrado Zaldívar por dos años más sin que éste haya esbozado ni un sí de aceptación o un no de vergüenza colectiva para mostrar un poco de moral y de buenos sentimientos.
El abogado de la corte ha dejado escapar de sus manos la más elemental demostración de decencia y hoy es calificado como un barbaján más del sistema, donde ya tienen enlistada a la Ministra Olga Sánchez Cordero de excelentes calificaciones, hoy una “cumple-ordenes” del cocodrilo mayor que ya la arrastró a la pestilente crujía de los elogios mutuos donde fueron a parar gran parte de su gabinete de caprichos.
Nunca antes quedaría mejor el adagio de: “que se haga la justicia, pero en los bueyes de mi compadre” porque el término democracia que tanto hizo valer en su eterna campaña el cocodrilo, hoy se convirtió en la moral, el árbol que daba moras en San Luis Potosí.
minutochavaportillo@gmail.com