Minuto
Por CHAVA PORTILLO
No guardo en mi memoria un presidente que, presumiendo serenidad, bondad rayando en blandengue con su eterna cantaleta de abrazos, no balazos, se torne en un personaje bipolar que en un momento se transforme un combatiente frontal, aguerrido y visceral como jovencito de secundaria que le enamoran a la novia en hora del recreo.
Múltiples son los enemigos de cualquier nivel y constantes los enfrentamientos en los lugares menos imaginados y siempre a flor de boca los nombres de Krause, Aguilar Camín, Felipe Calderón, Reforma, Brozo, El Universal como también Castañeda, Carlos Loret, los pragmáticos, neoliberales, los conservadores, los ultra, los intelectuales orgánicos, Pablo Hiriart, Denisse Dresser, bueno, todos los opositores a la 4ª Transformación que según él está pasando por una revolución.
Ciro Gómez Leyva, El País y todos los rotativos extranjeros que no comulguen con sus diatribas rematando con el teacher Joaquín López-Dóriga, los demás por falta de espacio escases de tinta o no aburrirlos faltando incluir en la lista como al caballero que con frecuencia me convoca a tener cojones de echarme la mañanera para que deje de necear y criticar a López con todo su derecho aunque con poca razón.
El presidente se ha convertido en el mejor promotor de los importantes periódicos Universal y Norte-Reforma ya que ha caído con el consecuente error de mostrar el impreso en sus conferencias de profesor rural intentando burlarse de cualquier nimiedad del rotativo con una sonrisa picaresca haciendo sentir la frase favorita de su personaje idolatrado: “me hacen lo que el viento a Juárez”
He llegado a imaginar que son sus propias fuerzas colaboradoras internas o su auto-flagelada del “ya estoy chocheando” de López-Dóriga que dice que dijo, quiere mandarme a mí y a mi gabinete a Palenque, refiriéndose a La chingada, rancho donde hasta ayer se fue a escuchar el canto de los pajaritos y el grito de las guacamayas para escribir el texto de su próximo Informe de Gobierno que tiene obligación de presentar a la nación, aunque no haga otra cosa que informar lo que se le pega en gana desde que inventaron las mañaneras.
¿Qué persigue el cocodrilo en hacer mención de las críticas que son a diario y en todos los medios? ¿Que sientan conmiseración por su edad, condición o presunción de que las cosas ya cambiaron y no son como antes? Cuando todos estamos convencidos de que si las cosas han cambiado ha sido para mal y le haga para dónde le haga como dice Claudio X. González: “ya es hora que deje de decir tonterías y se ponga a gobernar”
El tongo barato de la revocación de mandato no deja de ser exactamente eso, un tongo barato de carpa de feria pueblerina, porque no hay que hacerle el caldo gordo para saber si el pueblo bueno y sabio desea que se quede al tercer año de mandato cuando es ministerio de ley que fue elegido por SEIS AÑOS y ni le estamos solicitando un favor ni le debemos agradecer que se quede por el tiempo que la ley y dios nuestro señor nos obliga a soportarlo. Cuánta razón tiene Claudio de que se deje de tonterías y se ponga a trabajar… y nosotros a aguantar lo que queda del contrato. minutochavaportillo@gmail.com