Minuto
Por CHAVA PORTILLO
Poco habría que agregar al informe presidencial que los compañeros de la pluma hayan escrito haciendo cera y pabilo del documento que podrán decir algunos, fue mucha crema a los tacos tabasqueños y más las “echadas” que las “ponidas”, sobre todo cuando habla de logros, avances y el mundo de nunca jamás, que solo existe en la fantasiosa mente del presidente López.
Está claro que no refiere de los jinetes apocalípticos como la miseria, pandemia y sobre todo la inseguridad que se ha apoderado de los pueblos de manera alarmante como en Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y la mera mata de las cosas desagradables como es Sinaloa, sin embargo sí habla de la millonaria suma que significan los dólares que envían los mexicanos de “aquel” lado a sus familias como si esto fuera un logro de su gobierno cuando es todo lo contrario como vergüenza y pena ajena, ya que cacaraqueamos un huevo que no pusieron.
Pero vamos por partes. En un exceso de cinismo y luego de haber estado jugando horas antes con la no salida de Julio Scherer de la importante encomienda de Consejería Jurídica de la Presidencia, convoca a su gabinete en un salón perfectamente escogido para el número de invitados, sienta en primerísima fila a su intocable reina de corazones negros Claudia Sheinbaum a muy corta distancia de su amada esposa Gutiérrez Muller y en la misma línea que el general secretario Luis Crescencio Sandoval de la Defensa Nacional por si hubiese alguna duda de quién es quién en la rueda de la fortuna.
Naturalmente a su nueva “corcho lata” de la Secretaría de Gobernación Adán Augusto López, que pudiera significar la opción x refiriéndonos a los pretensos que sueñan que la virgen les habla para suceder al ocupante de la silla grandota y que entre otras muchas barbacoas, falta que se le antoje dejarla vacante.
El informe del cocodrilo es todo un acontecimiento puesto que es un agasajo que raya en lo bizarro porque no es posible que la gente del presidente pueda imaginar que exista gente que se trague su embetunado pastel de falsedades.
¿Qué dijo en el mamotreto como Informe de Gobierno que no haya dicho y repetido en la mañanera? A quién se lo dijo está claro, a su equipo de trabajo que primero ya sabía su contenido, segundo, tiene la obligación de aplaudirlo y tercero, no sería más fácil que los juntara en su oficina preferida media hora para tomarse un champurrado, dos tamales de chipilín y cada chango a su mecate?
El cocodrilo sigue dando de qué hablar e imponiendo moda. Hoy en su nueva manera de mantener interesada a la clientela en su aparador preferente de la mañanera ha creado el nuevo bodrio novelero del “ya me voy” y tranquilo, estoy orgulloso de lo que estoy haciendo, tal vez refiriéndose al sesenta por ciento de mexicanos que lo siguen adorando, tal vez habría que obligar a los encuestadores que plasmen en sus estudios si son los vejetes que recibimos los tres mil pesos bimestrales por el simple hecho de ser gente de la tercera edad y que ningún deshonesto presidente anterior tuvo la ocurrencia y delicadeza de darnos un mendrugo que se llevó a su retesa chequera. Eso, hay que reconocerlo.
El presidente López empieza a degustar el principio del fin y el lenguaje corporal dice más que mil palabras, tal vez esa sea la razón de “placear” a su princesa urbi et orbi aunque -los dos- no hayan sido capaces de aclarar lo de la línea 12 del metro ni la madriza que le mandó poner a la señora Lía Limón.
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