Minuto
Por CHAVA PORTILLO

Siempre he sido un convencido de que existen territorios vírgenes que solamente dios y la virgen de los siete puñales tendría acceso a tan escarpado terreno. Uno sin duda es la Universidad “Autónoma” de Nuevo León -entrecomillo porque no es autónoma- donde solamente los chicharrones del rector en turno, truenan. -bueno, su pandilla, también-
Otro territorio virgen que recién acabo de descubrir es el aeropuerto Mariano Escobedo situado en Apodaca pero siempre se ha distinguido como de Monterrey, por ende las líneas aéreas conformando una increíble mafia organizada, destacando Viva aerobús de no muchos años en el mercado pero que ha avanzado por sus políticas novedosas, voracidad en sus doctrinas y el adormilamiento de las otras como la del prófugo Miguel Alemán Magnani Interjet que está a punto de irse al temible chapter eleven, o lo que es lo mismo, quiebra comercial.
Por necesidad extrema viajé a Guadalajara y pude darme cuenta del vía crucis que padecen los que tienen la necesidad de utilizar esos servicios por la “supuesta” tarifa económica, que es más tramposa que lo primero. Existe una lista de cuarenta y dos cuestionamientos que deberá contestar, si no, la compañía lo interpretará como aceptado, aumentando la tarifa, como por ejemplo le preguntan si viaja con estuche de una guitarra, palos de golf o una tabla para “surfear” en lo que tanto usted como yo responderemos: no toco guitarra, ni sé juagar golf y tampoco sé nadar mucho menos treparme a la tablita.
Si usted no respondió cualquiera de las preguntas se dará por aceptado y remata la encuesta que obviamente la realiza una computadora solicitando elija un número de asiento para poder cargarle trescientos setenta y dos pesos por dos en caso de ser ida y vuelta. De no contestar, la máquina NO cierra el vuelo.
Vuelo VB 3191 de regreso Guadalajara-Monterrey dos horas antes de partir, sin equipaje y una desorganización total, para poder abordar exigen un cuestionario “por ley” dicen ellos donde piden tooodos los datos y el RFC- faltando solamente por quien va a votar en las próximas elecciones. Ya en el avión dijo el capitán Figueroa que iba a solicitar amablemente que quince pasajeros de las primeras filas se trasladaran a los últimos asientos porque la nave iba a medio llenar y para compensar había necesidad de nivelar.
Silencio sepulcral. Bueno, dijo el comandante en jefe que como no habían accedido por las buenas, daría a conocer los nombres de quince pasajeros para que por “orden” lo hicieran obligados, respuesta enfurecida de casi todos, pero atendieron el llamado. Es la primera ocasión que escucho una tontería de esa dimensión, si no, el avión no salía.
Ya en tierra, esperando un camioncito que traslada a los pasajeros entre terminales sin costo, -tardó cuarenta minutos- observamos a dos autos Tida rojos piratas en doble fila esperando cargar pasaje teniendo de protección…un federal de caminos que según los trabajadores del aeropuerto reciben treinta mil pesos por mes por el disimulo de dejar subir pasajeros sin boleto y sin control.
Resumen: es tierra de nadie, o si controlan, lo hacen muy bien y no hay autoridad que pueda entrar a poner orden al desorden. Sobre todo que recordamos la letanía de las mañaneras de que las cosas, “ya no son como antes” son perores. ¿O qué no?
minutochavaportillo@gmaiel.com