Minuto
Por CHAVA PORTILLO

«YA NO vamos a aspirar a ser la mejor de México», dijo el Secretario de Seguridad, Aldo Fásci. «Se va a rediseñar para que compita con las mejores del mundo. Vamos por equipo de tecnología que ayude en la seguridad, movilidad, tráfico, fibra óptica, medio ambiente, todo entrelazado y ligado con la mejor inteligencia desde el C5». Y que será capacitado por el FBI…
Escuchando al buen Aldo Fásci comandante en jefe de las fuerzas policiales del Estado recordé de lo anecdótico en una avenida de cierto barrio en Cremona Italia donde en una cuadra se leía con sobriedad: “Aquí se fabrican los mejores violines de Cremona”, más delante en otro negocio se apreciaba otro anuncio que rezaba: “Aquí se elaboran los mejores violines de Italia”. Metros adelante otro anuncio decía: “Aquí se fabrican los mejores violines del mundo” dejando con la boca abierta a los curiosos.
Con modestia un letrero de menor dimensión al finalizar la calle decía: “En este taller se fabrican los mejores violines…de esta cuadra. Antonio Stradivarius”
Algunas ocasiones las ansias o el deseo nos hacen soñar que podemos alcanzar el cielo tan solo con levantar la mano. El italiano además de ser buen policía -Fásci, no Stradivarius- es hombre inteligente que ha sabido navegar en mares de tormenta propios de la difícil materia que maneja que suele parecer la casa del jabonero donde el que no cae, resbala, y al que no, lo empujan.
No son muchos los que sobreviven en este mundo de doble cara y menos los que mantienen la pluma alba de este azaroso pantano donde la hidra de las mil cabezas crece y multiplica incansable. Magníficos policías de la talla de Luis Carlos Treviño Berchelman, Alejandro Garza Delgado, Javier Coello Trejo, Fernando Garza Guzmán o Jorge Bergara Verdejo, en la Procuraduría de Justicia, la Agencia Estatal de Investigaciones o la extinta Policía Federal de Caminos por una necedad del presidente López son tan solo garbanzos de libra que han dejado huella como gente decente que rompen con la hegemonía constante de policías de entrañas percudidas e historial poco limpio, como el inefable Procurador de Justicia de Rodrigo Medina que en su conciencia llevará el pecado de haberlo creado para hacer tanto daño a la sociedad.
Aldo Fásci tiene talento y experiencia, cuenta con conocimientos y hambre de significarse en la historia del estado a un lado de un gobernante bisoño que si amalgaman esfuerzos saldrán adelante en este complejo mundo de la policía, recordando la frase de la esposa de Samuel: si le va bien al gobernador, nos va bien a Nuevo León, y sinceramente lo deseamos, Aldo tiene la palabra, la acción y el deseo para vivir en la paz que tanto requerimos.
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