Minuto
CHAVA PORTILLO

En los muchos avatares de la nueva forma de hacer las cosas en los gobiernos de los tres niveles saltan como palomitas tantas cosas y haciendo un balance de lo útil y lo inservible quedan cosas dignas para el comentario.
De lo bueno no existe abundancia porque las acciones generosas se cuentan con los dedos de la mano y sobran, de lo irá parando en la basura e imperdonable está la tontería de haber dejado al frente de la pandemia a un pobre anciano que sirvió para maldita la cosa y que se atrevió a decir que el NO VACUNARÍA a sus nietos porque las vacunas no le parecían ni seguras, sí innecesarias.
El segundo de abordo que siempre representó el papel de uno, ha sido la más triste y lamentable ocurrencia que pudo habérsele ocurrido al cocodrilo mayor y si no murió más gente seguramente es por la gracia de María santísima sin pecado concebido y dios nuestro señor. Hugo López Gatell fue un comandante fallido y un reloj sin manecillas que hizo más daño que beneficio y la historia lo juzgará junto a su sacrosanto patrón como el dueto detestable de la historia.
A nivel local también se cuecen habas y no nos sorprende ya que la decisión de haber entregado el mallete de mando a una inútil Judith Díaz se convirtió en la acción más detestable del presidente López que le importan más el proselitismo y la propaganda de su eterna campaña que la buena planeación y dosificación de las vacunas contra el covid.
Hace unos días con tono de regaño, hablando recio y pisando fuerte la obesa funcionaria como Directora y delegada súper especial se atrevió a zangolotear a los pobres ancianos de la tercera edad porque no entendían un ordenamiento de llegar más temprano, porat en la temblorosa mano su credencial o no escuchar atentos las indicaciones de las arrogantes y mamonas funcionarias autobautizadas como ciervas de la nación.
No entenderá Judith Díaz que es una simple y ramplona servidora que estuvo oculta por mucho tiempo porque escuchaba pasos de ser despedida y ahora que siente que la virgen la habla se siente cosida a mano con pendejuela y chingaquira. Como betún del pastel volvieron a convocar a los personajes de la tercera edad en la macro plaza que no existe sombra ni lugar potable para sentar a cientos de ancianos que carecen de capacidad motora haciéndolos que se sentaran en el piso y eso, sea de quien sea la orden, es no tener madre y punto.
Ahí es dónde reclamamos los que podemos tener una micrófono o una pluma en la mano, olvídense de abrazos, no balazos, porque esos lo quisiéramos ver en Zacatecas donde el pueblo sin ley es la constante de Fresnillo, Tlaltenango o Valparaiso, así como Fresnillo o San Martín de bolaños.
Lo más triste es que los actores de esta trágica novela no entienden, que NO entienden y los organismos de los tres niveles deberían al menos aconsejar al novel gobernador para que haga algo por la gente de la tercera edad que los dejan en el sol y en el piso en el frontispicio de su sagrado palacio de gobierno sin darse por enterado. Pena ajena
minutochavaportillo@gmail.com