Minuto
CHAVA PORTILLO

Como de lo más burdo, tramposo e increíblemente farsante se puede calificar la solicitud y estrategia para que en un equipo competidor alinee al árbitro que naturalmente califique las jugadas a su entera conveniencia. Eso es precisamente lo que desea hacer el decepcionante presidente López, primero, con la intención de descalificar al cuerpo arbitral en este caso el INE todavía en manos de Lorenzo Córdova para que el “pueblo bueno y sabio” sean los que condicionen y sancionen las justas electorales, o sea él, y segundo el bodrio de ejercicio eleccionario donde los ciudadanos salgan a calificar una revocación de mandato que NO solicitaron y que por cualquier forma que lo observen es un fraude.
Hizo hasta lo indecible el cocodrilo para devaluar, descalificar y poner en lo más bajo de la calificación al Instituto Nacional Electoral que es cierto cuesta mucho dinero su operación y que dietas, canonjías y prebendas de las que gozan los Consejeros lo mismo que los representantes de los partidos, no tan solo a nivel federal, también en lo local en su remedo de CEE COMISIÓN Estatal Electoral que gozan de salarios ubérrimos que cualquier ejecutivo de cualquier Holding extranjera se les caerían los calzones por su nivel.
Pero eso no es culpa de los Consejeros ni culpa de esa palabrita que causa comezón y desesperación: democracia, pero de eso a que los quite López para poder manipular los sistemas para definir quién es el ganador de una elección, no se puede calificar más que demencial y convenenciero. Porque imaginen ustedes que desde gobernación –como se hacía antes- se diga qué partido hizo trampa, cual no, quién se excedió en gastos fechas y poder descalificar al organismo político que no convenga a sus intereses.
En pocas palabras, el presidente López a lo que está aferrado es a amarrar al perro al canasto de la barbacoa o sea…juez y parte.
Reitero, no sé si no salir a votar sea bueno o sea peor, lo que si les digo que con mi humilde ausencia estoy seguro que NO le voy hacer el caldo gordo a un sinvergüenza y como remata el poema “La profecía” de Rafael de León, “con eso, tengo bastante”
minutochavaportillo@gmail.com