MINUTO
CHAVA PORTILLO
Con tan poquito pinole se ahogan. En la muy desagradable novela política llamada “Punto de Partida” donde intelectuales, académicos, artistas, gente de a pie, ilustrados e inconformes con la manera de gobernar la nación se juntaron para iniciar un movimiento para desahogar inquietudes y amarguras, pero tenían que echarle mocos al atole.
Primero, anuncian la presencia y anuencia del hijo del Tata Lázaro, Cuauhtémoc Cárdenas y eso fue motivo suficiente para que el cocodrilo de Macuspana montara en su caballo predilecto, colera, y azotara verbalmente al que siempre se había considerado hermano del alma y compañero de mil batallas advirtiendo que si asumiera la postura de respaldar al “Colectivo por México” se agarrara de la brocha, porque iba a quitar la escalera, considerándolo “adversario”.
El otrora bravo dirigente, ahora se asusta si ladra un perro, lo reta cualquier becerro y hasta ese reto rehúye, puso pies en polvorosa recordando la máxima que soldado culero sirve para dos guerras, diciendo que primero: no estuvo presente y segundo, él NO participa ni es convocante en ese movimiento.
¿Por qué decimos que son los mismos, aunque se repita que no son iguales? El presidente en México es el ser ultra perfecto que dice, hace y decide presente y futuro de vidas y haciendas; una rabieta y enojo haciendo sentir su malestar es para que todos se arrepientan y arrodillen para no despertar su ira, así sea su entrañable amigo y compañero de luchas.
Cárdenas es un rajón. Nomás la vio reparar y se guardó el sombrero. Jamás podría haber dado crédito a que un valiente de su grandeza se haya escondido detrás de las enaguas de la apatía y la meditación. Mucho lo comparo con el aguerrido Lucas de la Garza del que fue su segundo de abordo en el gobierno del CDMX y siempre me ha parecido un señor con toda la barba que habla recio y pisa fuerte.
El cocodrilo volvió a hacer de las suyas y envalentonado sacó la cimitarra y amenazó con cortarle lo que le sobre si Cuauhtémoc se atrevía a ser parte de ese grupo de revoltosos donde también se refieren a Carlos Alazraki del que López presume que no intervino para que lo corrieran de su trabajo en el periódico El Universal de Juan Francisco Ealy.
No quisiera imaginar pero me incomodó lo que hizo Cárdenas de no haber abierto el pecho para que dispararan las balas del presidente porque me pareció cobarde; pero si metió reversa porque su bebé Lázaro Cárdenas Batel es coordinador de asesores del cocodrilo y no quiere lastimar la relación, me parece peor, porque podría esperarlo de cualquier político, pero no de los de la talla del hijo del Tata.
En resumidas cuentas, son la misma melcocha solo que de diferente panal y primero son mis dientes que mis parientes, porque no le encuentro miedo o temor, menos urgencia económica a Cárdenas como para decir ya no bailo, yo a mis hijas me las llevo, es como imaginar que el doctor Samuelito metiera reversa a sus tonterías nada más porque los diputados lo citaron para enjuiciarlo y meterlo a chirona…. ¿o sí?
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