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La mariguana, siempre fiel

By junio 30, 2021No Comments

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Por CHAVA PORTILLO

Tengo vagos recuerdos cuando chamaco aprendí a usar el camión urbano destacaba un infaltable anuncio que rezaba: “se prohíbe fumar y escupir” como recordatorio al irreverente de escasa educación. La tarifa era de 20 centavos al adulto y un diez a los peques, los veintes eran de cobre con un sol naciente por una pirámide y los “diegos” de plata y no recuerdo que efigie la identificaba.

Existían los “tres mercados” los caramelos, plateados, los garrapatas, los verdes que paraban hasta San Nicolás y el circunvalación uno que la verdad no recuerdo cual era el recorrido, aunque forzosamente pasaban por el mercado Juárez.

De mi tierna infancia ya existía el mariguano, pero se identificaba como el pordiosero que solía cargar una arpillera con papel, de presencia andrajosa y desaseada que si no alcanzaban llenar su morral de desperdicios te pedían limosna y se acabó, pocos eran los que fumaban la maldita yerba, pero las señoras del barrio así los referían.

Los adictos a la marihuana solían ser los cargadores de la merced o el mercado de abastos que para estimular el músculo requerían de la “vitamina” que los hacía ser resistentes y aguantadores, o los choferes de tráileres que creo hasta hoy siguen fumando de la buena que se clasifica como Golden para los refinados y la cola de borrego comúnmente sembrada y cosechada en Galeana N.L.

Después fue vicio de moda.  Los churros se consumen en las discotecas, antros y restaurantes donde luego de ingerir opíparas viandas, nada mejor que un buen chanchomón de la metralla y bomba para hacer digestión.

Del  comercio de cosechar y llevar allende las fronteras es otro rollo y sigue siendo el negocio más rentable tanto para los carteles mexicanos como para los “bolillos” ya que la coca sigue siendo de menor mercado por el alto precio del “ocho” o la paloma o simplemente el pase.

Pero vamos a lo que acaban de autorizar los legisladores y mal reglamentar los encargados de hacer las obligaciones, como el nefasto López Gatell que ahora mete la nariz en esta barbacoa.         Se puede fumar pero, no públicamente y mucho menos delante de una infante.     Se puede traer para consumo, pero no está permitido comprar, regalar ni aceptar obsequios, como tampoco queda permitido traer más de 0.5 gramos salvo de ser detenido y a la cárcel.

Total sí, pero no.  Se puede sembrar, cosechar y almacenar pero si es sorprendido con algo más como para consumo…al bote.  No está permitido comercializar en negocios establecidos si no existe un permiso especial que tiene que tramitarse en original y veinte copias esperando su autorización que tardará entre seis a ocho semanas, que traducido al castellano se entiende en meses.

Todo esto tiene la marca nacional que todo está listo para mañana, siempre y cuando tenga las firmas completas y no tenga usted antecedentes penales.   ¡Viva México! Y arriba la mariguana.                                       minutochavaportillo@gmail.com