Minuto
Por CHAVA PORTILLO
Tuve la fortuna de conocer a Luis M. Farías todo un personaje que los compañeros de la pluma bautizaron como “Luis tres turnos Farías” cuando fue gobernador sustituto de Eduardo A. Elizondo que le arrojó en su cara el cargo al presidente de la república porque tenía muchos “desos” y no pudiendo someterlo, presentó su renuncia.
Don Luis fue todo un personaje. Líder, político, alcalde de Monterrey, Senador, presidente de los locutores, actor, voz privilegiada, narrador, novelista y creador de la ingeniosa frase: “yo quería pastel de seis rebanadas, no de tres” cuando tuvo que entrarle al toro de ser relevista de gobernador.
Entre otras cosas la genialidad de don Luis no tenía par, decía entre otras cosas que solo había dos tipos de ejecutivos, los inteligentes que mandaban teniendo inodoro dentro de su privado y los pendejos que ilusionaban que eran poderosos, pero tenían que utilizar el wc del pasillo.
Otra de sus genialidades de Farías que afirmaba que los mandatarios invertían muchos millones de pesos para construir kilómetros de avenidas para poder transitarlas a gran velocidad, para después ponerle unos topes para que bajaran su atrabancada carrera. “no les entiendo, decía, tanta lana para llegar pronto y tan altos los topes para detenerse y llegar a baja velocidad. Ejemplo son los tres topes que de la noche a la mañana por la avenida Luis Elizondo y Garza Sada aparecieron si ningún señalamiento causando brincos asesinos porque no se alcanzan a ver y no existe anuncio alguno. De esos…cientos que se cobraron muuuy caros, verdad Adriancito?
Curiosamente ahora que están de moda las reparaciones de las avenidas que hay que “bachear” porque es una necesidad “apremiante” de la población mexicana, ya ve usted que lo acaba de descubrir el señor presidente López y el periódico El Norte que exhibe a Adriancito el pequeño deshonesto que se embolsó muchos millones de pesos en reparación de las avenidas que jamás pavimentó, pero si cobró para hacer más obesa su chequera deshonesta.
Ahora que llega el chavo Luis Donaldo Colosio y que le tenemos fe para que arregle los entuertos que dejó pequeñín el asalta caminos y su fiel escudero bailador Federico Vargas al que le había rentado el edificio de Carlos Salazar y Pino Suárez donde contaba con una gigantesca caja fuerte propiedad de Valentín Treviño donde guardaba los relojes finos que vendía a crédito y que el hampón alcalde y el aprendiz de bailador deseaban guardar los dineros que extraían de manera deshonesta para patrocinar las campañas tanto de su jefecito santo y los cómplices de la pandilla.
“En el bacheo está el ganeo” reza el refrán popular y no está equivocado, lástima que en este caso ni la burla perdonan, ya que de los cientos de millones que sacaron de la hacienda municipal. Ni siquiera hicieron la finta de invertir algunos pesos parta robarse los millones.
Ojalá y los adalides del mañana nos enseñen que también en San Juan hace aire y le den su merecido al hampón que soñó que un día sería rey y ya ve cada día se semeja más Alí Babá el rey de los ladrones. minutochavaportillo@gmail.com