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Los que muerden el polvo

By septiembre 14, 2021No Comments

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Por CHAVA PORTILLO

Lastimosamente existen lugares y circunstancias que la desgracia los sitúa como punto de referencia.     Maravatío en Michoacán, ubicado por muy pocos en el mapa ascendió a la popularidad solo y solo cuando un avión 727 de Mexicana de Aviación, la que quiere revivir el presidente López para que siente sus reales en el fantasioso aeropuerto de Santa Lucía, se desplomó pereciendo 166 pasajeros en la peor tragedia aérea en el cielo mexicano.

Luego del fatídico desenlace pocos recuerdan al poblado tarasco salvo que los pistoleros de la mafia Santa Rosa de Lima hagan sonar sus cuernos de chivo asesinando más cristianos.

El cerro del Chiquihuite cobró fama cuando afloró el conflicto entre CNI que operaba el canal 40 de TV con su antena de transmisión sin procurarle demasiada atención a la calidad de producción ya que se buscaba sólo el punto estratégico geográfico por la cobertura principalmente en el valle de México y su “apetitoso” mercado de más de veinte millones de habitantes.

Ya la historia juzgó si el comando armado que acusaron las partes ofendidas había enviado Ricardo Salinas Pliego recién comprador de IMEVISIÓN hoy TV Azteca que opera las frecuencias de Canal 7 y 13 con su red nacional competidora de TELEVISA en televisión abierta.

Después de esa amarga experiencia nadie volvió a recordar al tristemente célebre cerro del Chiquihuite en el asalto que dejó a Javier Moreno Valle y sus técnicos sin fuente de trabajo y sin televisora, hasta que llegó el alud de piedras que sepultó casas, construcciones y vidas humanas.

Agregaría una cuenta más al rosario funesto de Claudia niña de mis ojos Sheinbaum porque igual que en el descarrilamiento de la línea 12 del metro, tiene parte de la responsabilidad que afanosamente el cocodrilo mayor insiste en salvar su pellejo por la sencilla razón que son permisos a edificaciones espurias en áreas protegidas antes, durante y posterior a que la señora tiene la responsabilidad de gobernar el ciudad más poblada y conflictiva de nuestro país.

Los asentamientos irregulares en ríos, cerros, cañadas han sido botón de muestra para estirar la cobija del oprobio, la desfachatez y corrupción -esa que ya no existe desde que llegó el presidente López- enterrando vidas humanas y crucificando prestigios que pensaron que el padre tiempo borraría la huella del dinero repartido en los “moches” que tampoco existían según el mismo mandatario, para recibir las autorizaciones de construir en laderas, cañones, lechos de ríos y corrientes naturales de agua.

Un vistazo pronto al lago de Texcoco y sus permisos indebidos o el monumento a la estupidez del proyectista que diseñó el hospital en Tula Hidalgo a cien metros del cauce de un río que el desbordamiento asesinó a catorce enfermos por falta de oxigeno. 

Por el desgajamiento del cerro del chiquihuite deben fincarse responsabilidades a los que extendieron los permisos de construcción o de Claudia niña de mis ojos Sheinbaum y Alfredo del Mazo por no haber desalojado a los habitantes que hoy están muertos o desaparecidos y no esperar a que llegue un Rico Mac Pato Slim y diga: “yo pago lo que se tenga que pagar, nadie sacará un peso de su bolsa” como lo hizo con la línea 12 del metro y así, muerto el perro, se acabó el problema, no así la rabia de los ciudadanos que tienen la impotencia y coraje que ya se cansaron de escuchar que esto, no es cómo antes…y sigue siendo la misma carroza, pero con diferente muerto.

minutochavaportillo@gmail.com