Minuto
Por CHAVA PORTILLO

El remedo de refinería dos bocas ahora pomposamente bautizada con el nombre de “Olmeca” por el presidente López que de todo hace una novela y de lo que resta compone un corrido, con su adicción al escándalo y propensión a la guerra aunque esta sea estéril, no deja pasar un día con que sus textos y argumentos se hagan añejos y dejen de tener rating.
Los episodios más recientes son que empecinado quiere gritarle urbi et orbi que Claudia niña de mis ojos es la mujer más completa, honesta y capaz para sucederlo, aunque él no tiene preferencias por nadie. Jaja ni la burla perdona
Hace un par de días en la obra de la mala suerte que no le ha faltado crítica, observaciones por lo costoso e inútil de su construcción, amén de que dónde se les ocurrió proyectarla se ha inundado tres ocasiones causando con ello, retraso, altos costos y evidenciar que es una tontería la terquedad de demostrar que aquí nada más mis enchiladas tiene queso presidencial.
Pues hoy sume usted una muesca más a la pistola del desorden que los trabajadores de la empresa constructora ICA se envalentonaron y caminando y meando se lazaron al paro de actividades para exigir mejor trato, pago de jornada laboral, horas extras y todo lo que comúnmente enlistan los trabajadores que sienten que son incumplidas las obligaciones patronales, en este caso, solicitan en sus arrebatos, que una central obrera se ocupe de ellos ya que carecen de un sindicato legal que los represente.
La CTM que solía ser ajonjolí de todos los moles reclama ese derecho que los trabajadores niegan junto con la autoritaria Rocío Nahle y la insípida Luisa María Alcalde que hacen una curiosa emulsión que no sirve para nada porque carecen de oficio y nada más los tacos del cocodrilo, tienen queso.
Todo lo que se platique y absurdas declaraciones se den como la de la secretaria de energía que “eran unos diez trabajadores que gritaban y que por esos pocos no vamos a poner en riesgo una obra de este tamaño” siguen dejando muy mal parado al sistema político que encabeza López.
Ni eran diez facinerosos ni entró en práctica el “abrazos no balazos” como tampoco son cientos los trabajadores insurrectos. Son miles, todos a disgusto cual sea que fuera el motivo, y los balazos, los heridos sangrando no lo pueden ocultar, como si pudieron tapar al supuesto trabajador fallecido a causa de un plomazo.
Nada gana ni Rocío, Luisa María ni el mismo cocodrilo en decir que ese es un vientecillo que refresca los talones del presidente. Es una obra salada que no debó de haberse hecho y que solo servirá para lo que han servido las absurdas decisiones que ha tomado López como la de empecinarse en apoyar a Claudia niña de mis ojos para que siga haciendo lo que dejará incompleto el presidente después de un sexenio de arrebatos que arrojaron la patria más jodida que la que dejó Peña Nieto y donde confieso, esperaba más.
minutochavaportillo@gmail.com