Minuto
Por CHAVA PORTILLO

Ayer disentía de la aclaración con Pedro Nieto y hoy me toca meterme como abogado del diablo por un sentido escrito que me envía una persona de la tercera edad que me pidió no dar a conocer su identidad por temor como lo amenazó el funcionario que lo agredió con no volverle a pagar su limosna que le manda el presidente López en el programa de 65 y más.
Todo concluye que la pasada semana en las oficinas del antiguo palacio federal hubo un altercado entre un pagador de la casi extinta Telégrafos de la inoperante SCT, esa Secretaría que arrebataron la posibilidad de continuar con la construcción del aeropuerto Santa Lucía para concesionárselo a los soldaditos verde olivo.
El pobre vejete que padece entre otras cosas Parkinson y dificultades en su tren motriz, amén de sus noventa y un inviernos vividos, llegó a la ventanilla donde el funcionario federal solicitó presentara su identificación de elector que con harta dificultad intentaba porque no la encontraba entre sus ropas y al darse cuenta que estaba en su raída billetera, con el nerviosismo del caso y temblando por su padecimiento batalló para sacar el documento.
El arrogante y prepotente funcionario le dijo “¿por qué no trae el documento en la mano? El pobre anciano resoplando jirimiqueando logró sacar la credencial. La persona que me envió la queja intervino diciéndole al pagador: “no le hables así al señor, tu eres un servidor público y él es un hombre de la tercera edad que merece respeto”
“Ah, sí, pues entonces ni a ti te pago y salte de la fila,” respondió el sujeto mal nacido sujeto que después se enteraron que se llama Jaime Hernández. Media hora más tarde otro pagador más indulgente y sensato procedió a pagarles a los dos y el malhumorado pagador les gritó desde su ventanilla: “después que les estamos reglando el dinero se ponen mamones”
¿Esa es la visión y misión de la 4ª simulación? Denostar, vilipendiar al darles la limosna a los pobres ancianos que con lágrimas en los ojos reciben el insulto y que como premisa elemental sirvan para las estadísticas que tanto vocifera el cocodrilo dentro de los altos porcentajes de aceptación de los que siguen creyendo en la popularidad de López.
El programa de bienestar social que tanto pesa en el proyecto del gobierno es una manifestación nata en la esencia de todos los gobiernos de ese corte porque dice Franz Kafka en el monólogo de “El Gorila” los monos piensan con la barriga. ¿Sólo los monos?
Sé que Judith Díaz poco tiene que ver con la operación de organizar a los ancianos, sentarlos y hacerlos pasar a la ventanilla para que les paguen, al menos así lo ha demostrado desde que el cocodrilo mayor inventó la limosna colectiva para ganar adeptos y en las elecciones triunfar por medio del regalo a los de la tercera edad y la incomprensible dádiva a los irresponsables perezosos que ni estudian ni trabajan.
El proyecto del presidente López es más claro que la limosna que ofrece por medio de los convencidos funcionarios prepotentes que están seguros que es dinero regalado a la población mayor con el único fin de conservar el poder en las decisiones. ¿Escuchaste Claudia Sheinbaum?
minutochavaportillo@gmail.com