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Sueños de siempre

By enero 12, 2022No Comments

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CHAVA PORTILLO

Siempre me he preguntado porque las fechas rigen nuestro destino.   Esperamos el diez de mayo para decirle a las madres lo importante que son en nuestra existencia y si ya no se encuentran entre nosotros llevar la ofrenda al camposanto, igual el día de la independencia tronamos cuetes, asistimos al desfile y nos sentimos más patriotas.

Invariablemente llega el dos de noviembre y recordamos que hay que asistir al panteón, limpiar la lápida, llevar el ramo, llorar un rato y si se puede hasta llevar mariachi al estilo Pedro Infante en los “Tres García”.

Dentro de los sueños y deseos aguardamos la noche buena para convertirnos y buenos y al día siguiente disfrazarnos de Santa Claus, echar la casa por la ventana y desvivirnos en regalar muchas ocasiones hasta endeudaros todo el año con el tramposo MSI meses sin intereses con tal de quedar bien con la amada o con el escuincle.

A los que nos fascina jugar a la política añoramos el mundo perfecto cuando ilusos votamos por Vicente Fox, un papanatas que no rebuznaba porque no sabía la tonada, pero como pertenecía al PAN soñamos que las cosas serían diferentes y ya ve cómo nos fue y démosle gracias a dios que los sueños de Martita la perversa enana boticaria de Celaya no se cristalizaron, si no, hubiéramos experimentado lo que ahora nos quiere recetar el cocodrilo mayor extendiendo el plazo de gobernar o dejar la silla a la mujer deseada.

Le pedimos a diosito que no nos fuera a castigar premiando con la gubernatura a Adriancito el pequeño que dejaba la alcaldía regia en pedazos y nos escuchó aunque hasta hoy no sabemos si nos va ir menos peor, pero esperemos que el buen Sami recapacite y deje de hacer tonterías conectando la lengua con el cerebro o contratar mejores asesores que le aconsejen cosas buenas y que por fin el secretario general de gobierno despierte o alguien le diga que él es el responsable y deje un poco el golf entre semana y se ponga a trabajar.

Como quiera llega el primero de enero y juramos dejar el cigarro, hacer dieta y no chupar, al menos lo que dure la pandemia, que va para largo.

Ilusionamos que desaparezcan todos los partidos y que queden vivos sólo tres para que los demás zánganos dejen de chupar la retesa ubre del erario y nos cueste menos marmaja la operación de los paridos pacotilla, o que si subsisten que se rebajen las partidas presupuestales y le hagan como puedan, aunque si el presidente López no ha podido cortarle la cabeza a Lorenzo Córdova en el INE, dificulto que exista un poder omnímodo que lo logre.

¿Sería mucho pedir que desaparezcan las candidaturas “pluris” y las de representación proporcional?    Aliviaría mucho la carga de las lapas que se mantienen de nuestras aportaciones.  Que desapareciera la absurda “equidad de género” y que lleguen las féminas que tiene  que llegar y no por lista nominal, como la desaparición de las “Juanitas” que son aberración a la justicia.     Ya entrados en gastos podríamos pedir que metan a la cárcel a los que estacionan el auto en los lugares para los discapacitados y que los pillos abarroteros no los denuncian porque para ellos es más importante el consumo que la moralidad.

También que se auditara a las casas de empeño empezando por los trúhanes del monte de piedad para que no compren ni empeñen lo robado….por eso y tantas cosas más, cantaba Luis Aguilé…ven a mi casa esta navidad.  Así haríamos la cuesta de enero más ligera y sobre todo podrían los burócratas asistir a las reuniones sociales sin el temor de que los corran.

minutochcvaportillo@gmail.com