Minuto
CHAVA PORTILLO

No sé si el padecimiento endémico de olvidar las cosas en los mexicanos sea generalizado en otras razas, credos o poblaciones del mundo. Como decía gracioso el piporro Eulalio González de Los Herreras N.L. que su viejo caballo garañón perseguía las yeguas y cuando lograba alcanzarlas olvidaba para que les insistía.
En el sistema judicial de nuestro país solemos ser bravos como un león herido persiguiendo al sospechoso hasta Allende las fronteras, solicitamos ordenes de extradición, cumplimentamos, enviamos agentes especiales, recibimos a los truhanes y los enfrentamos a don Justo para que lo sentencie. Después de eso, hasta ahí mi amor te acompañó, olvidamos el entuerto y con frecuencia nadie sabe, nadie supo.
Para muestras muchos botones, son muchos los malandros que andan por ahí como Pedro por su casa y frecuente es que los aprendices de canallas incurran en el delito a sabiendas que las cosas son para el olvido sin ninguna consecuencia, como el caso de la pareja real del palacio de cantera, Sami el rebelde me la pelan y la princesa caramelo Mariana I que suelen reírse de las recomendaciones y retadores suben fotos de niños de manera inapropiada con la intención de ”pavimentar” el camino para continuar el sueño de ser gobernadora después de su marido consorte.
En otra tesitura y a nivel federal se traduce en: abrazos, no balazos de tanto hombre malo que anda sin castigo, salvo Joaquín Guzmán que esta pagando porque lo apañó la justicia americana después de ponernos en vergüenza mundial de escaparse cuantas veces quiso.
Otros muchos los ejemplos como el del balandrán Emilio Lozoya, bandido petrolero que se hizo más ruido que las nueces ya que luego de perseguirlo, demandarlo y pedir avío a las policías gachupinas lo aprehendieron y entregaron a los cuicos mexicanos con todo el rigor de la ley y de no haber sido por la grotesca burla de zamparse un exquisito pato laqueado en exclusivo restaurante nipón levantando la molestia del vejete Gertz Manero y su patrón presidente López, todavía sería tiempo en que anduviera de liberales vacaciones pagadas por el gobierno mexicano.
Ha hecho más escándalo el abogado del diablo Javier Coello Trejo porque no le han querido saldar sus honorarios profesionales de veinticinco millones de devaluados pesos que el seguimiento del expediente para meterlo a la cárcel aun reparando el daño patrimonial a PEMEX la más corrupta empresa después de la CFE.
Pero México es un país donde no pasa nada, ahí tienen ustedes el anciano Luis Echeverría que acaba de fallecer, se fue de este mundo sin haber pagado a la historia parte de la deuda que tenía con mucha gente que ordenó asesinar ya sea Martínez Domínguez o cualquier otro gatillo feliz en el inolvidable 68 o los trágicos halcones del 71
¿Y qué me dice de los sospechosos funcionarios del equipo de Jaime Rodríguez como los Torres, el parásito de Mauricio y el dipsómano de Enrique que necesitó de una carretilla para llevarse toda la plata que se robó como genio del gabinete bronco? Manuel Vital o el pediatra de la familia que dicen era bueno para contar chistes y empinar el codo, no tendrá que preocuparse por el futuro económico de varias generaciones y como todos los demás…no tienen angustia por que les suceda nada, mucho menos pisar la cárcel como por desgracia le tocó al patrón que siendo el más decente de esta gavilla de facinerosos fue el único que pagó los platos rotos.
Por lo pronto que venga la alegría, que al cabo mundo…ahí ¡te quedas!
minutochavaportillo@gmail.com