Minuto
CHAVA PORTILLO
Hace mucho, cuando este reportero era niño en los barrios del mercado Colón, con una avenida Juárez sin ampliar y todavía sin trazar las avenidas Constitución y menos Morones Prieto, solían instalarse los circos en una explanada donde luego se construyó el hotel Crown Plaza.
Con la llegada de los circos, la economía popular detonaba y los puesteros eran como han sido hasta ahora “imán” para el mercadeo. Con la gran concentración de consumidores también arribaron los merolicos que venden de todo, la pomada para los callos, el que adivina la suerte, los afiladores para cuchillos, las peinetas para arreglar el cabello de las damas, el veneno para los cucarachos y medicina milagrosa que endereza jorobados y desaparecía el cáncer.
Los merolicos utilizaban como articulo gancho a un muñeco para el ventrílocuo y la infaltable serpiente que la harían pelear con otro animal que aguardaba en un morral; nunca supimos qué era. Se reunía la chusma, la víbora la guardaban en un morral y el gritón empezaba a vender la medicina. Después de horas completas bajo el ardiente sol nos enterábamos del engaño, la intención era venderte el producto que traía el merolico. Así era todos los días y siempre nos convencimos que el gritón era un extraordinario hablantín que nos vendía ilusiones.
Hoy, hasta el emporio TELEVISA vende tiempo a los charlatanes como el hermano Abraham que dándole tan solo el nombre y la fecha de nacimiento lo sanan del embrujo.
Samuel el parlanchín es un charlatán que se empeña en vendernos la fantasía de sus viajes inútiles, sin aclararnos cómo solucionaría los problemas que enfrentará el estado con la llegada natural de las millonarias inversiones. Sami Matell se empecina en convencer a Juan pueblo que ha descubierto el agua hervida de las inversiones extranjeras autodenominándose “Silicon Valley” en otras palabras, Nuevo León capital del mundo y sucursal del cielo.
Samuelito el de nosotros, no ha entendido que elegimos un gobernador no un gerente de ventas, un promotor para vender las maravillas que ofrece Nuevo León y México aun que tenemos que soportarlo a él y al grillete que tenemos en el peor presidente López que se empeña en destruir a la nación.
No Samuel, no inventaste el azúcar para el café, antes que te concibieran, nuestro estado ya era punta de lanza con genios como don Eugenio Garza Sada. Millones de dólares se han invertido por toda la historia como producto del trabajo, el ahínco y el perfil de la fuerza laboral de nuestra gente, que prefiere prepararse y trabajar que soñar que un sindicato deshonesto le brinde en un contrato colectivo lo que no logran con su esfuerzo.
Con todo y que tenemos que cargar con gente de otros estados que no tienen esa mística y cuentan con genética diferente, han entendido que se aclimatan o se aclichingan y que no solamente los neoleoneses no tan solo abren sus puertas para sus hijas y esposas como sirvientas, ahora existe fuente de trabajo que antes buscaban pasando el rio Bravo.
Ya no sueñes Samuel y ponte a trabajar enfrentando los problemas que son muchos y han crecido, sí, por las inversiones que generaron los gobernadores que estuvieron antes que llegaras, pero también por el desinterés e importa-madrismo que has tenido por tu falta de capacidad, cero inteligencia y arrogancia de niño mamón.
Tu próximo informe no puede hablar nada más de Elon Musk, también debe tocar temas como la imparable violencia, el transporte, la pésima vialidad y deja de presumir tus obras “insignia” que no acaban de traer beneficios como el libramiento que los camiones de carga no utilizan nada más por sus purititos cojones. minutochavaportillo@gmail.com