Minuto
CHAVA PORTILLO
Me cae que sigo en la disyuntiva cuando se tiene una hormiga en medio de las nalgas, si las aprieto me pica, si las aflojo, se mete. Tengo pavor que el cocodrilo de palacio nacional se salga con la suya de imponer a una de sus corcholatas elegidas, pero recordando la conseja popular que estamos en la sartén y brincamos para caer directito a la lumbre, no me queda otra que empezar a cavilar la otra opción en la señora Xóchitl Gálvez, que la verdad a bote pronto, se me hace muy ojona pa paloma.
Xóchitl es una mujer simpática, simple, mal hablada, folclórica, cultura mediana, nacida en la tierra del gran charro profesional Aquilino Aguilar Tepatepec Hidalgo, inteligente, con carrera universitaria, de familia tradicional que ha sido secretaria de gabinete y actualmente es senadora de la república. -con licencia- No mucha gente le conocía fuera de su estado donde se hacen las mejores barbacoas y el mejor pulque, hasta que tuvo la ocurrencia de revirarle al presidente López por un agravio leve y el reyezuelo de palacio nacional tuvo la estúpida idea de cerrarle las puertas -que son del pueblo- primero a una legisladora federal y después a la ciudadana.
Si no estaba convencida Xóchitl de lanzarse a la aventura de ser candidata, López la convenció por su arrogancia y soberbia de ordenar que la plebe no osara pisar ensuciando con sus huaraches de tres agujeros las alfombras de palacio. Ahí nació Gálvez a ver hasta donde crece.
A los dolidos y desesperados como yo, no nos queda otra sopa, jodeos o fideos. Continuando con su absurdo, el cocodrilo sigue haciéndole el caldo gordo a la hidalguense tal vez porque mira a Xóchitl como dios ve a los conejos, chiquititos y orejones, pensando que es mejor tener identificada a la enemiga “pequeña” a que salte por ahí algún guerrero con una dimensión que no lo pueda someter, aunque lo vemos muy difícil.
Quisiera ilusionarme, pero una cosa es pedalear la bicicleta jocosamente, vestir hermoso güipil como la llorona, aventarse una que otra palabra del diccionario del buen Polo Polo y tener agallas para retar al presidente en una pelea totalmente desigual, por cuestión de sexos no por jerarquía, ocupar una curul en el senado y hasta haber formado parte del gabinete del ranchero de Guanajuato y otra muy diferente es ser presidente de México. Verbigracia tenemos a dos ejemplos claros localmente, Luisín Donaldín Colosín que no le han dicho que es alcalde y la peor muestra, nuestro gobernador que causa pena ajena todos los días.
MENUDENCIAS: Sigue Chon con calentura. Me desternillaba de risa escuchando a Sami el bisoño mandatario del nuevo Nuevo León presumiendo que, de fallecer de sed, con su varita mágica estaremos a punto de morir ahogados, recordando a Luis Echeverría que popularizó la metáfora; “Si no se ahogaron, fue porque no quisieron, agua, había de sobra”
En el siguiente corte de la televisora aparece un promocional de AyD recomendando que “seamos ciudadanos de cien” que gastemos hasta cien litros de agua, hay que cuidarla, porque se acaba.
Amanda, ya ciérrale, decía el adiposo chamaco estando en la regadera, mensaje para cuidar el agua de hace treinta años. Me quedé elucubrando…tons, ¿tenemos agua o no? Ay Sami, no te culpo, es difícil ser gobernador, pero más difícil conectar la lengua con el cerebro. minutochavaportillo@gmail.com
A dios rogando
CHAVA PORTILLO
Me cae que sigo en la disyuntiva cuando se tiene una hormiga en medio de las nalgas, si las aprieto me pica, si las aflojo, se mete. Tengo pavor que el cocodrilo de palacio nacional se salga con la suya de imponer a una de sus corcholatas elegidas, pero recordando la conseja popular que estamos en la sartén y brincamos para caer directito a la lumbre, no me queda otra que empezar a cavilar la otra opción en la señora Xóchitl Gálvez, que la verdad a bote pronto, se me hace muy ojona pa paloma.
Xóchitl es una mujer simpática, simple, mal hablada, folclórica, cultura mediana, nacida en la tierra del gran charro profesional Aquilino Aguilar Tepatepec Hidalgo, inteligente, con carrera universitaria, de familia tradicional que ha sido secretaria de gabinete y actualmente es senadora de la república. -con licencia- No mucha gente le conocía fuera de su estado donde se hacen las mejores barbacoas y el mejor pulque, hasta que tuvo la ocurrencia de revirarle al presidente López por un agravio leve y el reyezuelo de palacio nacional tuvo la estúpida idea de cerrarle las puertas -que son del pueblo- primero a una legisladora federal y después a la ciudadana.
Si no estaba convencida Xóchitl de lanzarse a la aventura de ser candidata, López la convenció por su arrogancia y soberbia de ordenar que la plebe no osara pisar ensuciando con sus huaraches de tres agujeros las alfombras de palacio. Ahí nació Gálvez a ver hasta donde crece.
A los dolidos y desesperados como yo, no nos queda otra sopa, jodeos o fideos. Continuando con su absurdo, el cocodrilo sigue haciéndole el caldo gordo a la hidalguense tal vez porque mira a Xóchitl como dios ve a los conejos, chiquititos y orejones, pensando que es mejor tener identificada a la enemiga “pequeña” a que salte por ahí algún guerrero con una dimensión que no lo pueda someter, aunque lo vemos muy difícil.
Quisiera ilusionarme, pero una cosa es pedalear la bicicleta jocosamente, vestir hermoso güipil como la llorona, aventarse una que otra palabra del diccionario del buen Polo Polo y tener agallas para retar al presidente en una pelea totalmente desigual, por cuestión de sexos no por jerarquía, ocupar una curul en el senado y hasta haber formado parte del gabinete del ranchero de Guanajuato y otra muy diferente es ser presidente de México. Verbigracia tenemos a dos ejemplos claros localmente, Luisín Donaldín Colosín que no le han dicho que es alcalde y la peor muestra, nuestro gobernador que causa pena ajena todos los días.
MENUDENCIAS: Sigue Chon con calentura. Me desternillaba de risa escuchando a Sami el bisoño mandatario del nuevo Nuevo León presumiendo que, de fallecer de sed, con su varita mágica estaremos a punto de morir ahogados, recordando a Luis Echeverría que popularizó la metáfora; “Si no se ahogaron, fue porque no quisieron, agua, había de sobra”
En el siguiente corte de la televisora aparece un promocional de AyD recomendando que “seamos ciudadanos de cien” que gastemos hasta cien litros de agua, hay que cuidarla, porque se acaba.
Amanda, ya ciérrale, decía el adiposo chamaco estando en la regadera, mensaje para cuidar el agua de hace treinta años. Me quedé elucubrando…tons, ¿tenemos agua o no? Ay Sami, no te culpo, es difícil ser gobernador, pero más difícil conectar la lengua con el cerebro. minutochavaportillo@gmail.com
A dios rogando
CHAVA PORTILLO
Me cae que sigo en la disyuntiva cuando se tiene una hormiga en medio de las nalgas, si las aprieto me pica, si las aflojo, se mete. Tengo pavor que el cocodrilo de palacio nacional se salga con la suya de imponer a una de sus corcholatas elegidas, pero recordando la conseja popular que estamos en la sartén y brincamos para caer directito a la lumbre, no me queda otra que empezar a cavilar la otra opción en la señora Xóchitl Gálvez, que la verdad a bote pronto, se me hace muy ojona pa paloma.
Xóchitl es una mujer simpática, simple, mal hablada, folclórica, cultura mediana, nacida en la tierra del gran charro profesional Aquilino Aguilar Tepatepec Hidalgo, inteligente, con carrera universitaria, de familia tradicional que ha sido secretaria de gabinete y actualmente es senadora de la república. -con licencia- No mucha gente le conocía fuera de su estado donde se hacen las mejores barbacoas y el mejor pulque, hasta que tuvo la ocurrencia de revirarle al presidente López por un agravio leve y el reyezuelo de palacio nacional tuvo la estúpida idea de cerrarle las puertas -que son del pueblo- primero a una legisladora federal y después a la ciudadana.
Si no estaba convencida Xóchitl de lanzarse a la aventura de ser candidata, López la convenció por su arrogancia y soberbia de ordenar que la plebe no osara pisar ensuciando con sus huaraches de tres agujeros las alfombras de palacio. Ahí nació Gálvez a ver hasta donde crece.
A los dolidos y desesperados como yo, no nos queda otra sopa, jodeos o fideos. Continuando con su absurdo, el cocodrilo sigue haciéndole el caldo gordo a la hidalguense tal vez porque mira a Xóchitl como dios ve a los conejos, chiquititos y orejones, pensando que es mejor tener identificada a la enemiga “pequeña” a que salte por ahí algún guerrero con una dimensión que no lo pueda someter, aunque lo vemos muy difícil.
Quisiera ilusionarme, pero una cosa es pedalear la bicicleta jocosamente, vestir hermoso güipil como la llorona, aventarse una que otra palabra del diccionario del buen Polo Polo y tener agallas para retar al presidente en una pelea totalmente desigual, por cuestión de sexos no por jerarquía, ocupar una curul en el senado y hasta haber formado parte del gabinete del ranchero de Guanajuato y otra muy diferente es ser presidente de México. Verbigracia tenemos a dos ejemplos claros localmente, Luisín Donaldín Colosín que no le han dicho que es alcalde y la peor muestra, nuestro gobernador que causa pena ajena todos los días.
MENUDENCIAS: Sigue Chon con calentura. Me desternillaba de risa escuchando a Sami el bisoño mandatario del nuevo Nuevo León presumiendo que, de fallecer de sed, con su varita mágica estaremos a punto de morir ahogados, recordando a Luis Echeverría que popularizó la metáfora; “Si no se ahogaron, fue porque no quisieron, agua, había de sobra”
En el siguiente corte de la televisora aparece un promocional de AyD recomendando que “seamos ciudadanos de cien” que gastemos hasta cien litros de agua, hay que cuidarla, porque se acaba.
Amanda, ya ciérrale, decía el adiposo chamaco estando en la regadera, mensaje para cuidar el agua de hace treinta años. Me quedé elucubrando…tons, ¿tenemos agua o no? Ay Sami, no te culpo, es difícil ser gobernador, pero más difícil conectar la lengua con el cerebro. minutochavaportillo@gmail.com