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Cómo han cambiado las cosas

By noviembre 8, 2023No Comments

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CHAVA PORTILLO

Ayer, en su bodrio mañanero el presidente López exclamó orondo que existen cosas en determinados momentos que no tienen respuesta inmediata ni explicación alguna, eso, a cuestionamiento expreso de una reportera que solicitaba conocer los costos de lo que se está gastando en la tragedia del Estado de Guerrero.

En pocas palabras, parodiando al General que respondía ante preguntas difíciles, “hay que hacer lo que se deba, aunque se deba lo que se haga” y asunto que se acabó.

Ya de por si la nueva regla inverosímil, que todo lo que hace, compre u ordene el glorioso Ejército Mexicano no puede ser revisado, cuestionado, mucho menos auditado por nadie porque se presume que es información confidencial para la aceda y tramposa “seguridad nacional”.     Por eso el cocodrilo López creó la nueva y corrupta además de cínica versión de él decidir:  a quién le da, a quién le quita, cuando lo deseé y se equivoca, vuelve a ordenar, como los presupuestos que recortó, apareció y desapareció de organismos que así lo considere.  Esa es la nueva forma de gobernar y porque no decirlo con todas sus letras…robar con sus “partidas secretas”

Tiempos pasados fueron mejores, decimos los viejos y si no son mejores al menos, sí fueron menos peores, de perdido con más asepsia, algo de decoro y sobre todo más categoría. Se guardaban las formas, el estilo preocupaba, importaba mucho el qué dirán, los entuertos se maquillaban, se les daba brillo y nunca se dejaba nada al ahí se va, porque cuando eso sucedía, la historia castigaba y no existía peor condena que ser juzgado por el pueblo como vulgar ladrón, ¿me entiendes Ernesto?, te lo manda decir Zedillo y Ponce de León.

Ahora las cosas se hacen así, por mis purititos cojones que para eso soy Juan Camaney, de ahí la inolvidable y vomitiva frase del peor presidente de la historia moderna de este sufrido país: “y no me salgan con que la ley es la ley”.   Hágame usted el favor, además de violar la regla, se ufanan de ello, como los sicarios con leyenda que guardan en la cacha de su pistola las muertes que habían cobrado, y mientras más rayitas cuente en el arma, más orgullo y temor pueden presumir.

Otra vez con lo local.     El gobernador Samuelito no fue capaz de “peinarse” y ponerse la corbata para la foto del desagravio.  Primero prometió en su campaña hasta el hastío que era diferente, que metería a la cárcel a los corruptos, pero, la vaca que más ordeñó y sacó provecho, que jamás dejaría tirada la chamba de gobernador como El Bronco, que sería gobernante de seis años.

Nada fue cierto y no hay periodista sensato que le enfrente a su falsedad, de que todo lo que repitió, sería mentira así diga y machaque que se irá al viaje fantástico para salvar a la patria de los malos gobiernos, cuando en el Estado no ha sido capaz de respetar la autonomía de los otros poderes, tampoco ha tenido la delicadeza ni cortesía política de sentarse a dialogar con los partidos, con lo de arriba, con los de abajo, con legisladores, con el poder Judicial, con los amigos, con los que difieren de su infantil memoria.

Está a punto de zarpar y jamás dijo nada de los muertos que cosecha la mafia todos los días, de los camiones que no llegaron, que la contaminación es veneno diario, que el Puente Colombia es propiedad de la mafia, y el agua que no llega, pero sí se cobra.

Su mundo es Mariana, su beba, el Instagram, el micrófono y su falta de conciencia.  Hace lo que le da la gana y nada es importante para el chamaco -que aún tiene manchados los labios con los calostros- vive de la ilusión y la promesa de TESLA.     ¿Cómo quieren entonces que alguien le pueda tomar en serio de que podría sentarse en palacio nacional?    ¿Será por eso que inicia su campaña en Jalisco y no en su nuevo Nuevo León?

minutochavaportillo@gmail.com